Una empresa pequeña debe ser flexible y debe utilizar esta condición a su favor para deshacerse de todos aquellos gastos que no son esenciales para la producción o que se pueden minimizar y que una vez que exista un escenario de ventas más optimista se pueden retomar.
En tiempos de crisis, se vuelve imprescindible para los emprendedores tomar medidas que les permita mantenerse fuertes y poder “capear el temporal” que puede suponer una situación de crisis económica.
Medidas tales como control del negocio, reducción de gastos de gestión, incremento de eficiencia y relaciones con clientes o proveedores, así como mantener una posición de liquidez, son algunas de las medidas aconsejables. Pero el enfoque no debiera ser solo el de aguantar hasta que pase la mala situación. Las crisis son también momentos de oportunidad en los que un buen desempeño e incluso el seguir invirtiendo puede potenciar y fortalecer un proyecto.
Con seguridad muchas pequeñas y medianas empresas deberán cerrar, si es que no lo han hecho ya, partiendo por aquellas que venían desde antes con una situación estrecha que hará imposible soportar dos y más meses de bajas o nulas ventas. También veremos que muchas empresas que dependen de las ventas de Navidad y fin de año, para ser rentables se verán obligadas a bajar la cortina.
Esta situación también la veremos incluso en empresas grandes que previo a esta crisis – social, económica, política, valórica y generacional – ya estaban extremando recursos para mantener la continuidad operacional.
En este escenario, algunas medidas que debemos tomar para intentar capear el temporal son:
Sincerar expectativas
El presupuesto para lo queda del año y para el próximo debe registrar una baja en las ventas esperadas, por más optimistas que seamos los emprendedores, no se puede desconocer la realidad.
Aprovechar el tamaño PYME
Una empresa pequeña debe ser flexible y debe utilizar esta condición a su favor para deshacerse de todos aquellos gastos que no son esenciales para la producción o que se pueden minimizar y que, una vez que exista un escenario de ventas más optimista, se pueden retomar.
Aprovechar oportunidades
Más que nunca hay que estar atentos a las posibilidades que ofrece una crisis, donde independiente de la cantidad de perdedores, siempre habrá ganadores. No sólo hay sectores que aumentan sus ventas, como pueden ser los materiales y artículos de seguridad, también cambian las conductas de compra, como horarios y compra online, así como el tipo de bienes y servicios demandados como, por ejemplo, marcas más económicas o servicios que ayuden a disminuir las incertidumbres de las empresas o la ansiedad de las personas. Incluso puede ser una buena opción explorar, ahora, posibilidades de nuevos mercados o la exportación.
Evitar la sobrerreacción
Tan importante como actuar a tiempo es evitar sobrerreaccionar, por ejemplo, disminuyendo demasiado la disponibilidad de productos, porque por miedo a un exceso de inventarios podemos generar una baja en ventas que no esté relacionada directamente con la crisis, o precipitarse a ajustar precios sin que exista una justificación real.
Acotar la incertidumbre
Esta es quizás la peor condición a la que están expuestos la mayoría de los negocios, porque al no poder prever adecuadamente, existe el riesgo de tomar muchas decisiones equivocadas. Por esto se hace más necesaria que nunca la planificación, la gestión de presupuestos y generar árboles de decisión según los distintos escenarios que podríamos enfrentar, lo que permitirá ir tomando decisiones evaluadas con anticipación.