Por Diego Soffia, director ejecutivo de Efectivo
Por el lado de los créditos hipotecarios, las tasas ya están históricamente bajas y la verdad es que no se deberían ver afectadas por esta situación,
El Banco Central acaba de bajar la tasa de interés de política monetaria en 50 puntos base, llegando a un 2,5%, una rebaja significativa que no se hacía desde la crisis subprime en 2009 y una cifra que no se veía desde mayo de 2017, lo que influiría directamente a la baja en el valor a pagar de créditos e intereses, y de paso instala el debate sobre la conveniencia o no para personas y pymes de renegociar sus créditos con los bancos.
Esta tasa de interés es con la cual se endeudan las casas bancarias para a su vez otorgar créditos comerciales tanto a personas como pymes o grandes empresas, por lo que, dado que ahora a los bancos les bajará el costo de endeudarse, es esperable que esa baja también se traspase a créditos con tasas de interés más económicas, al igual que las tasas de las tarjetas y líneas de crédito. Luego, podemos ver que si bajan las tasas comerciales, entonces habría que esperar también una baja de la tasa máxima convencional, que es la que generalmente se aplica a los intereses por mora, por lo que todos esos costos de deuda deberían tender a bajar en el corto y mediano plazo.
Por el lado de los créditos hipotecarios, las tasas ya están históricamente bajas y la verdad es que no se deberían ver afectadas por esta situación, ya que se rigen más por tasas de largo plazo. Ahora bien, como hay algunas expectativas de que exista otra baja de la tasa de interés por parte del Central, eso daría luces de que estas tasas se mantendrían por un tiempo bajas, y eventualmente podrían afectar las tasas de los hipotecarios, pero el efecto real y más inmediato, es sin duda el que se dará en los créditos de consumo como también las tarjetas y líneas de crédito, además de deudas o intereses por mora.
Se debe indicar que la tasa máxima convencional, que es la que se usa muchas veces en las tarjetas y líneas de crédito, además de los intereses por mora, se calcula a partir de las tasas de intereses comerciales que entregan los bancos, por lo tanto, si bajan las tasas de los créditos comerciales va a bajar luego la tasa máxima convencional.
En cuanto a si conviene o no renegociar créditos para personas o pymes, esto debe analizarse caso acaso. Si es que ya se ha pagado la mayor parte del crédito y quedan pocos intereses por pagar, seguramente no valdrá la pena ya que puede terminar siendo más caro los costos operativos de la renegociación que el ahorro que se puede conseguir con una mejor tasa. Pero, por otro lado, si es que se ha pagado la mitad o menos del crédito, seguramente va a convenir una renegociación y es esperable que ésta sea exitosa. No obstante, evidentemente también debe analizarse caso a caso, ver la tasa que se podría conseguir, cuál sería el ahorro que se obtiene, analizar los demás costos asociados de la operación y, finalmente, realizar un análisis general para ver si conviene o no la renegociación, pero es esperable y saludable ver renegociaciones de crédito donde todavía quede mucho tiempo por pagar.
Finalmente, antes de realizar cualquier tipo de operación, lo ideal es asesorarse bien con expertos y aprovechar estas coyunturas para culturizarse de mejor manera en cuanto al acontecer económico, esto para tener una mejor educación financiera que permitirá tener una mejor calidad de vida y mejores finanzas personales.